Uɴ ᴄᴀᴍɪɴᴏ sᴏʟᴏ ᴅᴇ ᴘɪᴇᴅʀᴀs
¿Cuántas veces, cuando nos pasa algo malo, pensamos que no merece la pena seguir haciendo las cosas bien? Seguir comportándonos bien, intentando ser perfectos y hacer todo aquello que esta moralmente bien considerado.
Después de un año lleno de catástrofes, de situaciones inesperadas y momentos que jamás piensas que van a llegar a ocurrirte a ti, lo primero que pensamos todos fue, "este será mi año", "ya no queda nada peor por venir".
Y, cuando crees que así será, llega el golpe de realidad.
A veces, un daño físico no es nada comparado con un daño emocional. De hecho, siempre he pensado que no hay nada como una herida, algo que duele mucho, pero lo curas, y cicatriza. Así de fácil.
¿Por qué no es tan sencillo recomponer un corazón roto? ¿O un dolor profundo por una pérdida? ¿O una tristeza enorme que se te acumula dentro y no sabes sacar?
A veces, la vida es demasiado dura y complicada como para poner una simple tirita y seguir adelante.
Ese sentimiento de estar atascada, de ver como, mientras tu te quedas sentada, miras a través de un cristal invisible como la vida sigue, como nada espera. Ningún suceso o motivo será jamás lo suficiente grande o fuerte para hacer que ese cristal detenga el tiempo, para darte tiempo a recuperarte y volver al momento que lo dejaste, para seguir adelante con todo siendo de nuevo tú misma.
La vida siempre va a seguir, y, como decía Lewis Carroll, a veces, el tiempo es solo un segundo.
La vida, es solo un segundo.
Nos pasa algo malo y lo primero que decimos es que se acabó, que ya está bien de actuar de un modo preciso, toca ser "mala".
Es un pensamiento que te impulsa, sí. Pero es efímero, porque no eres tú. Así no logras volver a ser tú.
Quiero ser buena, quiero ser yo misma y superar cada paso que de mal en esta vida. Quiero vivir cada segundo y seguir adelante pero, ¿por qué solo se ven piedras a veces? ¿Por qué, por más que intento levantarme, me caigo de nuevo?
Me encantaría dar un buen consejo, una buena táctica o una solución, pero a veces, no la hay.
A veces solo queda levantarse de esa silla y atravesar el cristal aunque no estés preparada aun.
Continuar caminando y seguir levantándose, hasta que llegue el día en el que no me caiga más.
Una cosa tengo clara, no voy a tratar de poner tiritas o quedarme sentada observando. Voy a seguir pase lo que pase, voy a curarlo sola y a pensar en "ese segundo".
Voy a atravesar el cristal.
L.B.
Comentarios
Publicar un comentario